¿Ofrecer un plan de pensiones a los trabajadores será obligatorio para las empresas?

Idealmente, el sistema de pensiones debería basarse en tres pilares para garantizar que los futuros pensionistas puedan obtener pensiones suficientes para la nueva situación una vez finalizado el período activo. Estos tres pilares son la seguridad social, los planes de ahorro o jubilación grupales impulsados ​​por la empresa y los ahorros personales.

En España contamos con seguridad social, en lo que a jubilación se refiere, siempre se proporciona un seguro adecuado para los trabajadores que cumplen los requisitos de pago establecidos y cuyo nivel de ingresos es inferior o cercano al nivel máximo de cotización a la seguridad social.

El hecho de que el sistema público satisfaga nuestras necesidades posteriores a la jubilación significa que nuestro sistema basado en los tres pilares mencionados anteriormente no explota por completo la parte privada de los ahorros. La consecuencia de esto es que, en España, no hemos desarrollado la educación financiera en términos generales, al igual que nuestros países vecinos que no son tan generosos en el primer pilar.

Nuestro sistema público, basado en la solidaridad intergeneracional. Los empleados aportan fondos para las pensiones de los jubilados, siempre y cuando el viento aún sea propicio para el funcionamiento del sistema, es decir, la población y la economía paguen Sistemas sobre la marcha La clave es no cambiar de repente. Durante varios años, ni los factores demográficos (disminución de la natalidad y aumento de la esperanza de vida) ni los económicos (alta tasa de desempleo, crisis económica y financiera…) han favorecido la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones y, ante la inacción local en las reformas, Europa nos urge a reformar con el principal objetivo de hacer sostenible el sistema de pensiones español.

Ante la idea cada vez más clara de que el primer pilar no podrá sustentar futuras pensiones de jubilación sin ayudas, la Ley de Presupuesto General de la Nación 2021 da un nuevo impulso a los planes de pensiones de empleo a través de la promoción de los fondos públicos de empleo.

El reglamento otorga al gobierno 12 meses para proponer un proyecto de ley sobre fondos de pensiones de empleo público, que le dará a la Administración del Estado la capacidad de promover estos planes.

A finales de octubre de 2021, el proyecto de ley ha comenzado a tomar forma y revela cómo serán estos planes de pensiones, y las empresas tendrán un papel protagonista en ellos. Es decir, la Recomendación 16 del Convenio de Toledo se basa en la necesidad de dotar de estabilidad al modelo actual de previsión complementaria y priorizar la promoción de un sistema apoyado en la negociación colectiva de empleo, que es el segundo pilar del modelo de pensiones.

El objetivo de estos planes es cubrir la mayor parte de las estructuras empresariales del país. En primer lugar, se pueden extender a las administraciones públicas y empresas públicas. En segundo lugar, se pueden extender a las asociaciones de autónomos, colegios profesionales y asociaciones de ayuda mutua afines. El tercero es incluir a las Empresas en los convenios departamentales relacionados con la negociación colectiva.

Parece que el papel de la empresa debe ser clave, para que el ahorro colectivo pueda compensar la posible pérdida de las pensiones públicas por la reforma de la normativa de seguridad social. Aunque el primer borrador de la ley reguladora de los fondos de pensiones de promoción pública y de planes de pensiones simplificados no requería el desarrollo de un plan de pensiones de empleo, este último es la principal motivación o motivo para la promulgación de esta futura ley.

A la luz de esta recomendación, la negociación colectiva en los convenios colectivos de todos los sectores puede eventualmente incluir los planes de pensiones como una de las herramientas que estos convenios deben incluir. Creemos que las circunstancias especiales estipuladas en los convenios colectivos, como los bancos y las compañías de seguros, pueden eventualmente convertirse en la norma, y que la mayoría de los sectores contaran con un plan de pensiones recogido en su convenio colectivo.

¿Será la empresa la clave de nuestras futuras pensiones? Teniendo en cuenta que entendemos que la seguridad social tendrá muchas dificultades para pagar pensiones similares a las actuales, tendemos a pensar que las empresas pueden jugar un papel protagonista, así como el ahorro personal en el “nuevo sistema de pensiones”.

La Ley, por ahora no obliga a las empresas a promover planes de pensiones para sus trabajadores, pero creemos que en las negociaciones de convenio que estén por venir, más tarde o más temprano, pudieran incluirse planes de pensiones como aspectos necesarios para cerrar negociaciones en los convenios.

Artículo extraído de KPMG