Gestión directiva: cultura y equipo

La dirección ejecutiva debe abordar la cultura corporativa y asegurarse del que el equipo encaje en la misma. Formar y activar esta cultura, aumentar la productividad de los equipos, facilitar la entrada del talento adecuado o fomentar la diversidad son algunos de los retos a los que hay que hacer frente.

La motivación y el sentirse involucrado en lo que hace la organización son la base de un buen camino. La cultura y el equipo son dos aspectos importantes que forman la base para el funcionamiento normal de una empresa. Estos dos elementos se mueven en una serie de campos aplicables a su desarrollo. Los gerentes deben activarlos para que estén completamente conectados a tierra.

La formación de la cultura empresarial ahora está determinada por la combinación de puestos de trabajo. Para evitar equipos fragmentados, ahora más que nunca, es necesario mejorar la interacción y la unidad entre los miembros del equipo. La cultura corporativa ahora requiere una visión holística, y cada equipo debe relacionarse entre sí fuera de las reuniones regulares con los gerentes.

El concepto de romper silos regresa. Ahora hay una tendencia a hacer esto a través de la gamificación. Se han propuesto varios proyectos para generar recompensas por compartir e intercambiar conocimientos entre los mismos equipos. Si alguien del equipo se convierte en experto en algo y lo comparte con el resto del equipo, obtiene reconocimiento personal y, a su vez, posibles recompensas económicas o formativas.

Estos son los puntos de partida para aumentar la productividad del mismo equipo. La digitalización es un argumento importante para aumentar la productividad. Más allá de eso, se debe armar todo el rompecabezas de la organización misma. Más allá de eso, se debe armar todo el rompecabezas de la organización misma. Para los equipos híbridos, centrarse en los objetivos en diferentes cadencias de trabajo puede aprovechar la tecnología y la cultura de la empresa para maximizar la productividad.

Esto inevitablemente afectará la integración de talentos adecuados. Dada la guerra actual por el talento y la facilidad con la que muchos empleados pueden trabajar para cualquier persona, en cualquier lugar, es importante que los nuevos empleados tengan carreras planificadas a largo plazo en la empresa. La alineación con ella es uno de los valores a tener en cuenta.

Pensar en la diversidad y la inclusión ayuda. La aceptación de las diferencias entre los empleados en términos de género, edad, educación, raza, religión o discapacidad contribuye al compromiso con la organización. Esta inclusión también aumenta la motivación si facilita que todos los empleados, independientemente de su estado y posición, se sientan valorados.

Al final del día, es importante activar el compromiso de los empleados, que piensen que tiene sentido trabajar para la empresa. Que vean reconocidos sus logros y capacidades. Que posean libertad y flexibilidad para mantener una conexión continua y una comunicación productiva con la organización.

Artículo extraído de CEDE